sábado, 30 de noviembre de 2013

Silencios

Los silencios me inquietan.

Estoy que quiero amarlos, sentirlos, vivirlos. Encontrar mejores formas de vivir mi yo. Es urgente.

Hay silencios que duelen. Sobretodo porque uno espera y espera con afán.  Quisiera negarlos con reclamos o aferrarme a nuevas palabras para evadirlos pero al final no dan sino tristes respuestas.

Silencio entre la multitud. Más ajena que nunca, nostalgia y soledad.
Silencio entre la multitud. Formo parte de algo más grande que yo, éxtasis.

Me gusta el silencio que hay cuando manejo, aunque no sé si se puede llamar silencio cuando mi mente vuela, llena de recuerdos, inventos, ideas, etc. Es el mejor momento para mi creatividad y aunque no voy hablando, hay mucho ruido interno.

Hay silencios muy liberadores. Cuando me dicen "no" sin más explicaciones. Me gusta asumir el silencio de no preguntar por qué, respeto el silencio del otro y me siento victoriosa. Aunque en ciertas situaciones es más difícil que en otras.

Mis favoritos son los que aparecen después de leer un párrafo de un libro. Así sin más me sacan de la lectura como sacudida hacia un fuego y por un momento se borra la soledad y siento que hay alguien que no sólo ya ha pasado por lo mismo sino que ha sabido cómo escribirlo.

Silencios... no temeré




lunes, 25 de noviembre de 2013

Una buena conversación es como un buen beso


En mi casa abunda el silencio. Aunque el tema del silencio es para otro post, hago la referencia que en mi casa es difícil encontrarme con una buena conversación.

Cuando llegan visitas los temas varían entre la última travesura de los niños, el relato de las actividades pasadas, planificar nuevas, si alguien se enfermó cómo siguió, qué rica está la comida, ya va a ser el cumpleaños de...

Nada sorprende, todo lleva su curso como río hacia el mar de la cotidianidad y a mí me vence una inercia casi hipnótica que me dirá lo que es propio contestar y me dará la libertad de retirarme y pasar desapercibida. Debo confesar que no tengo interés en cambiar ésta apatía, quizá porque a veces también relaja, desconectar la mente. Pero es algo que percibo no sólo en mi casa sino en muchos espacios, más de lo que a mí me gustaría.

"Pasó el día como un zombie, haciendo las cosas mecánicamente, sorprendiéndose de lo organizada que era la vida, de lo poco que había que poner de su parte para que las cosas más o menos funcionaran, de lo nada que los demás se dan cuenta de lo que a uno le está pasando."
Eduardo Villagrán- En el Camino Andamos.

Al final creo que ésa es la razón por la que las buenas conversaciones dejan una huella muy placentera. Porque no somos muy escarbadores de la vida. Cuesta romper rutinas aún si es para nuestro beneficio, pues no hay cosa más hermosa que ese momento en que los ojos se iluminan al compartir ideas, sentimientos, intimidad.

"No se lee ningún libro sin que éste tenga alguna clase de repercusión. Exactamente igual que una conversación seria o un encuentro importante siempre tienen sus consecuencias. No se habla profundamente con alguien sin que quienes dialogan vivencien algo, o incluso, diría yo, sin que algo cambie en ambos." 
Eric Fromm-El amor a la vida

Así es que yo me declaro amante de las buenas conversaciones. ¿Qué es una buena conversación? yo lo comparo con un beso, aunque he de aclarar que no estoy diciendo que sólo se pueden tener buenas conversaciones con el sexo opuesto, trasciende el tema de los sexos, pero hago la comparación porque es una combinación eros-ágape, arte, perfección; como un beso que lleva un ritmo (los dos tienen la oportunidad de hablar), armonía (se sienten escuchados), confianza (nadie juzga), las palabras van jugando con las otras hasta lograr una chispa que enciende la mente y te sacude, entonces la conversación es pasión.

"...un intelectual puede decir algo extraordinariamente ingenioso, pero a uno lo aburre. Y alguien mucho menos brillante puede decir algo muy simple y uno no se siente aburrido, sino estimulado, porque expresa vida. Lo que atrae es siempre lo vivo."
Eric Fromm, El amor a la vida

Para cada persona habrán diferentes factores los que vayan armando su conversación placentera. Comparto algunos de los míos:

- Lejos de criticar personas, hay ideas fuertes sobre cómo se ve la vida, lo que le gustaría cambiar o mantener, una crítica de su entorno, su espacio, su ser.

- Preguntas curiosas, ingeniosas, espontáneas

- Cuando comparte algo que no había compartido nunca y sus gestos están vulnerables, expuestos. Uno no sabe cómo agradecer, cómo decirle que sus palabras valen oro y que están seguras.

Es difícil explicarlo, sólo sé que para mí son arte, porque no se encuentran a la vuelta de la esquina, tienen su mística, transforman, expresan lo que la cotidianidad no puede.





martes, 19 de noviembre de 2013

La soledad es mala


El tema de la soledad siempre me da dolores de cabeza. Por un lado el hombre es un ser para estar en sociedad, si no estuviera cerca de otras personas simplemente moriría, todos nos necesitamos de todos. Pero en qué momento se empieza a complicar el asunto, se crean todas estas normas de cómo debiéramos ser y reproducirnos, los ritos sociales ¿a quién se la habrán ocurrido? Empieza lo chistoso, nos volvemos estructuras de comportamiento y sentido común y eso nos da tranquilidad pero nos va alejando de disfrutar el ser individual que quiere bañarse en la fuente del parque o gritar en plena misa. Más allá nos va diciendo (¿Quién nos dice?) a qué edad es bueno casarse, tener hijos, ser jefe.

¿Cómo romper con los ideales fabricados? Quién dice que una mujer con hijos es más mujer que una que no los tiene o que el ser soltera a cierta edad es signo de que "por algo es" como si no fuera una opción. ¿Puede alguien vivir en soledad cuando todo el tiempo le han inculcado lo contrario?





domingo, 3 de noviembre de 2013

La culpa es de uno - Mario Benedetti


La culpa es de uno

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

hasta aquí había hecho y rehecho
    mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
    una manera tierna
    y a la vez implacable
    de desahuciar mi amor

con un solo pronostico lo quitaste
    de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte
    que no es mucha

creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
    y no de los pretextos
    ni del tiempo

hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
    mas no fue tierno

ahora estoy solo
francamente
    solo

siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado

antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno

con los ojos bien secos
por si acaso

miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.