Pues resulta que tengo el propósito en este año 2011 de escribir al menos una vez al mes y ya que pronto llegará mi fecha de vencimiento y desafortunadamente no ha llegado ninguna ave a la ventana de mi inspiración he decidido compartir un poco sobre la lectura tan oportuna que terminé en este mes de abril y sus consecuencias musicales :)
Rayuela: Es hasta el momento uno de mis libros favoritos. Julio Cortázar es de esos autores que al sólo empezar la lectura se sabe que van a cautivarte de principio a fin. Sus palabras traspasan las barreras del tiempo y de una manera tan natural te hace parte de sus letras, como si al descubrir el pensar de un personaje como el de Oliveira te hiciera cómplice y es imposible no identificarse con alguno de los personajes. Este libro me ha enseñado a ver más allá de la novela y entre tantas otras cosas desarrolló en mí una curiosidad por el jazz. No que antes no lo haya escuchado pero es ahora que adquiere un particular y sediento interés. Empecé con Benny Carter, Bessie Smith y de ahí he podido conocer a Benny Goodman, Louis Armstrong, etc. He de confesar que me gusta más el bebop que ya me habían presentado antes con Dizzy Gillespie, pero creo que aún me falta explorar este género musical tan sublime (sí, sublime es una de mis palabras favoritas). Yo no era de las personas que se interesaran mucho en la música y esto ha cambiado en este año, es sorprendente lo que se puede ganar cuando se es capaz de salir del cuadro y explorar más allá de lo conocido, nunca se sabe cuando se va a topar uno con gratas sorpresas como la voz sorprendente de Ella Fitzgerald.
Rayuela: Es hasta el momento uno de mis libros favoritos. Julio Cortázar es de esos autores que al sólo empezar la lectura se sabe que van a cautivarte de principio a fin. Sus palabras traspasan las barreras del tiempo y de una manera tan natural te hace parte de sus letras, como si al descubrir el pensar de un personaje como el de Oliveira te hiciera cómplice y es imposible no identificarse con alguno de los personajes. Este libro me ha enseñado a ver más allá de la novela y entre tantas otras cosas desarrolló en mí una curiosidad por el jazz. No que antes no lo haya escuchado pero es ahora que adquiere un particular y sediento interés. Empecé con Benny Carter, Bessie Smith y de ahí he podido conocer a Benny Goodman, Louis Armstrong, etc. He de confesar que me gusta más el bebop que ya me habían presentado antes con Dizzy Gillespie, pero creo que aún me falta explorar este género musical tan sublime (sí, sublime es una de mis palabras favoritas). Yo no era de las personas que se interesaran mucho en la música y esto ha cambiado en este año, es sorprendente lo que se puede ganar cuando se es capaz de salir del cuadro y explorar más allá de lo conocido, nunca se sabe cuando se va a topar uno con gratas sorpresas como la voz sorprendente de Ella Fitzgerald.
Pero Rayuela no es solo Jazz y me quedo corta en palabras, pero deseo por último compartirles una canción que menciona Rayuela, francesa, de un género musical que desconozco (si saben me dicen), es fácil imaginar a la Maga cantándola.
"Menos mal que cuando venga Horacio ya habré limpiado, pero primero tenía que escribirte, llorar así es tonto, las cacerolas se ponen blandas, se ven como halos en los vidrios de la ventana, y ya no se oye cantar a la chica del piso de arriba que canta todo el día Les amants du Havre. Cuando estemos juntos te lo contaré, verás. Puisque la terre est ronde, mon amour t'en fais pas, mon amour, t'en fais pas...Horacio la silba de noche cuando escribe o dibuja." Capítulo 32