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jueves, 24 de octubre de 2019
Apertura del estoicismo a mi vida
Que soy intensa, ya deberían saberlo.
Durante muchos años de mi vida estas emociones han sido la fuente de mi juventud y constituyen parte de mi identidad; la espontaneidad,la locura erótica, la libertad de reír y vivir el presente. Peeeero también me han relacionado con el dolor. Y en lo que a mí respecta, uno de los peores dolores que le toca vivir a esta esclava de la ilusión, es la del corazón roto. Ante la ilusión de un nuevo amor, la decepción, el rechazo, y lo vivo como adolescente con todos los sufrimientos y padecimientos de adolecer ante esa tortura de no poder encontrar esa persona con quien compartir la vida, juntos; siendo testigos el uno del otro y queriéndose bonito. Pero bueno... mi psicóloga le llama La erotización del dolor, que por cierto hay un libro que habla de eso y que no he logrado encontrar.
El año pasado, más o menos conté en un post, viví un rompimiento tan caótico que me dejó maaaal. Con ataques de celos de fuego horribles, ansiedad, taquicardia. No entendía cómo había llegado a ese estado. No sé si todavía lo entiendo. ¿Vivía así mis break-ups? Recuerdo llorar y sufrir, pero no recuerdo estos nuevos estados de desequilibrio. Me asusté. ¿Tendré algún problema de psicosis? Mi psicóloga insiste que no, que todxs tenemos algún grado de padecimiento, como la del transtorno obsesivo compulsivo, pero que no llegan a un nivel como para ser diagnosticado como tal... bueno si ella lo dice. Supongo que nadie es normal o todos lo somos desde la anormalidad de esta sociedad enajenada en la era digital compulsiva y adictiva a la dopamina de los likes, pero esa es otra historia.
Todo esto para contarles que recientemente me encontré con el estoicisimo. Estaba muy aburrida por el tráfico de hora y media que me toca diario y empecé a buscar podcasts para entretenerme. Ala, encontré unos muy buenos y entre ellos, una amiga me pasó este:
Y a partir de ahí, vengo yo de intensa y me pongo a googlear y a entender más de qué va esta filosofía. Bajé una app que tiene ejercicios de meditación, respiración y frases para reflexionar.
Siento que soy la antítesis de esta filosofía que tiene como virtud la templanza, que eso para alguien como yo, parece imposible. Peeero, tiene otras virtudes como la del coraje y la justicia con las que me siento identificada. Además, si no no logro empatizar con las nuevas ideas, ¿no son esas justamente las que hacen cuestionar y buscar nuevos caminos de pensamiento? Analizar, decidir qué aplicar, cómo vivir de mejor manera para mí y para los demás. Enfocarse en lo que se puede controlar y soltar lo que no está en nuestro poder.
De algo estoy segura, quiero relacionarme con la vida desde nuevos ángulos, explorar, ser más agradecida, reconocer mis privilegios e intentar aportar más desde emociones que liberen.
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lunes, 13 de agosto de 2018
Lunes
Los lunes son mi día favorito de la semana. Es la nueva oportunidad para hacer bien las cosas. Mis hormonas se ponen felices cuando amanece y mi corazón se siente listo, presto y dispuesto para nuevas aventuras.
A pesar que la semana pasada tuve una horrible sensación de baja autoestima. El fin de semana me ayudó mucho. Bueno, no el fin de semana porque el sábado andaba con un sin sentido que quien me crió, pero el domingo fue un buen domingo. Llegó la paz y terminó con un buen pensamiento que me sigue acompañando. El sentido del confiar, el de abrazarse, el de dejar ir.
Por aquí los propósitos de la semana 33:
¿No les pasa que quieren regresar y regresar a las palabras que hacen bien? Cada cuanto poder tomar consciencia que en un mundo capitalista, el cuerpo necesita resistirse, cuidarse.
En Alabanza al Cuerpo Danzante, por Silvia Federicci
A pesar que la semana pasada tuve una horrible sensación de baja autoestima. El fin de semana me ayudó mucho. Bueno, no el fin de semana porque el sábado andaba con un sin sentido que quien me crió, pero el domingo fue un buen domingo. Llegó la paz y terminó con un buen pensamiento que me sigue acompañando. El sentido del confiar, el de abrazarse, el de dejar ir.
Por aquí los propósitos de la semana 33:
- Preocuparme por mi autocuidado (Dejar de stalkear a mi crush)
- Trabajar en la Tesis. 20 hojas. Vamos por más
- Preparar cumpleaños de María Renée (cumple 5!!)
- Trabajar en la Tesis. 20 hojas. Vamos por más
- Preparar cumpleaños de María Renée (cumple 5!!)
¿No les pasa que quieren regresar y regresar a las palabras que hacen bien? Cada cuanto poder tomar consciencia que en un mundo capitalista, el cuerpo necesita resistirse, cuidarse.
En Alabanza al Cuerpo Danzante, por Silvia Federicci
La historia del cuerpo es la historia de los seres humanos, pues no hay práctica cultural alguna que no es primero aplicada al cuerpo. Aún si nos limitamos a hablar de la historia del cuerpo en el capitalismo nos enfrentamos con una tarea abrumadora, tan extensivas han sido las técnicas usadas para disciplinar al cuerpo, constantemente cambiantes, dependiendo de los giros en los regímenes de trabajo a los que nuestro cuerpo fue sujeto. Más aún, no tenemos una historia sino diferentes historias del cuerpo: el cuerpo del hombre, de la mujer, del trabajador asalariado, del esclavizado, del colonizado.
Una historia del cuerpo puede entonces reconstruirse al describir las distintas formas de represión que el capitalismo ha activado en su contra. Pero he decidido escribir en cambio del cuerpo como un campo de resistencia, ésto es el cuerpo y sus poderes; el poder de actuar, de transformarse a sí mismo y al mundo y el cuerpo como límite natural a la explotación
Hay algo que hemos perdido en nuestra insistencia en el cuerpo como algo socialmente construido y performativo. La visión del cuerpo como una producción social (discursiva) ha escondido el hecho que nuestro cuerpo es un receptáculo de poderes, capacidades y resistencias, que han sido desarrolladas en un largo proceso de co-evolución con nuestro ambiente natural, así como también las prácticas inter-generacionales que lo han convertido en un límite natural a la explotación.
Por el cuerpo como un "límite natural" me refiero a la estructura de necesidades y deseos creados en nosotros no sólo por nuestras decisiones conscientes o prácticas colectivas, sino por millones de años de evolución natural: la necesidad de sol, del cielo azul y el verdor de los árboles, del aroma de los bosques y los océanos, la necesidad de tocar, oler, dormir, hacer el amor.
Esta estructura acumulada de necesidades y deseos, que por miles de años ha sido la condición de nuestra reproducción social, ha puesto límites a nuestra explotación y es algo que el capitalismo ha combatido incesantemente para superar.
El capitalismo no fue el primer sistema basado en la explotación de la labor humana. Pero más que cualquier otro sistema en la historia, ha tratado de crear un mundo económico donde el trabajo es el principio más esencial de acumulación. Como tal fue el primero en hacer de la regimentación y mecanización del cuerpo una premisa clave para la acumulación de riqueza. De hecho, una de las principales tareas sociales del capitalismo desde sus inicios al presente ha sido la transformación de nuestras energías y potencias corporales en potencias de trabajo.
martes, 29 de septiembre de 2015
Hoy no quiero morir
Confieso que la idea ha sido más dulce que amarga. Apagar la luz y dejar que todos los demonios y santos fluyan en el drenaje de la mortalidad; Ahí la insensatez, lo no cumplido, la goma, el dolor; la alegría, la felicidad de a veces, lo aprendido. Las personas que se extrañan porque no pueden, porque no quieren, porque no están. La vergüenza. Los pocos logros, los muchos sueños. La apatía, el sueño, el hambre, el sexo...el beso. La agonía de un te amo que teme perder. La risa limpia y cotidiana de un buenos días. Ese respirar ingenuo porque es. Hasta que en el sueño más profundo se teje un obituario que nadie leerá.
Pero ayer en la madrugada,no encontraba al calor, ni a la luz, ni a las personas que dormían. Ausente también la percepción y el tiempo. No habían escaleras que bajar o subir, no habían personas en qué pensar, objetos que desear, libros en donde perderse o ganas de hacer el amor.
Y un miedo intenso, horrible, triste, llegó a mi cama dejándome abatida.
La lluvia entonces junto con la soledad, me alejaron de mi realidad cantándome su canción.
sábado, 28 de febrero de 2015
Notas de un ave residente-febrero-
No quiero dejar desapercibido este mes, que fue suficiente para comprender que a pesar de lo recurrente que se vuelve el tiempo (tantos febreros sin vos) aparecen siempre esas ranuras de sol donde se puede estar y se está bien y parece que un chocobanano es la felicidad, o un nuevo dato del vino, una sorpresiva oferta de trabajo, una invitación, una mirada pura enmedio de este mundo salvaje (aunque ya no sé si soy yo o es el mundo). El poder mágico y extraordinario de una infante que despierta lo muerto del cuerpo y le hace bailar, pensar en futuro y sonreír.
Pero hay otras partes del cuerpo que gritan apatía, que mueren de indiferencia, que tienen una pena que es la de siempre, la del no que nunca llega, la del sí que no alcanza. La puerta cerrada, la constante tristeza que es un lodo de ingratitud que acompañan s-i-e-m-p-r-e--l-a-s--m-i-s-m-a-s-- preguntas/respuestas. Demasiado consciente de mi inconsistencia como un loop de pensamientos que agotan hasta el cansancio. Y la soledad que no llega, que no viene a cubrir con su manto santo, que no me abraza con su silencio, que no me deja saborear la ternura de sus labios, que no me da su sonrisa enmedio de la multitud, que no viene a ofrecerme su descanso.
Febrero, corro, subo volcanes, voy a los parques, tomo cerveza, (y vino), sonrío más, veo menos fantasmas, aprendo la vibración de la música, me apropio de ilusiones y espejismos que como machetes en la espera de un semáforo, tratan de no perder el ritmo para no cortar a su amo.
Vivo
lunes, 3 de noviembre de 2014
Incontinencia Pigmenti. La Travesía
En la visita con el Médico Genetista, un año y dos meses después de conocer que María Renée tiene Incontinencia Pigmenti, me di cuenta que yo ya iba amarrada a cierta fuerza gracias al conocimiento que google me ha regalado y a las experiencias de visitas a los dermatólogos y pediatras que en la cara se les nota que su información escueta provenía de algún recuerdo de clase recibida en la Universidad. Yo se las hacía fácil para que no divagaran tanto diciéndoles "me dijeron que podría ser Incontinencia pigmenti" "Ah sí, eso seguramente". Doctores amables pero indiferentes, otros serios pero directos, de ellos aprecio a algunos que sin sonrisas ni tiempo fueron directos con la información (como la Doctora del IGSS) y a otros sí les tengo cierto enojo que por más "chic" que su clínica en la zona 10 podía ser y su gran línea de tratamientos para el acné y cuestiones estéticas no tuvieron el tacto para decirme que las manchas que quedaron en la piel de mi hija no desaparecerían y que los viera como lunares.
Cuando Marre nació tenía ampollitas en todo el cuerpo, de varios tamaños y colores. Algunas desaparecían para luego volver a aparecer en otros lugares. Recuerdo ver cómo la enfermera bañaba a la beba recién nacida sin ninguna dificultad, sin inmutarse y decidí copiarle. Así mi mamá se sorprendía que yo como madre primeriza bañaba a la criatura con actitud de experiencia.
"(...) resolví afrontar el porvenir tras una máscara de seguridad y valentía para evitar con ella que se entrevieran mis miedos, mis miserias y la puñalada que aún seguía clavada en el alma" El tiempo entre costuras, María DueñasSegún el Neonatólogo y Pediatra del hospital (que cobraron una cantidad exagerada de consulta) los exámenes habían salido "benignos" bonita tu palabra para algo que no sabían explicar. ¿benigna a qué? Se contentaron en decir que en 72 horas iba a desaparecer así como ellos lo hicieron al salir del hospital sin detenerse demasiado a cuestionar su diagnóstico.
Quien se empezó a inquietar fue mi mamá. Yo vi en sus ojos la preocupación y así fue como la reciente vida a los 5 días escuchó sus primeros ruidos: bocinas, tráfico, el viento de un edificio diferente del de una casa. Su primera vez en un elevador y su primera biopsia.
Este tiempo fue muy constructivo, con cada "todavía no sabemos qué tiene" iba una historia de un familiar, de una amiga, de la hermana de un primo. Son esas historias que si antes las había escuchado, eran tan lejanas. Pero recobraban vida ahora, tan variadas y tan difíciles como las que vivíamos en ese momento. Escucharlas me ayudaba desde ya a entender que no existe tal "normalidad" que de hecho lo normal es la excepción.
Después de varias visitas, el Doctor nos recomendó visitar a su maestra de la Universidad quien fue la primera en diagnosticar la IP. Los siguientes dermatólogos ya sólo lo confirmarían. Desconcierto, sin atreverse a preguntar algo que no sabíamos ni como pronunciar. Y hablo en plural porque el apoyo de mis papás en este tiempo (y a la fecha) nos marcó, estábamos unidos en esa tela invisible del amor y de la búsqueda de respuestas.
"Usted no es como cualquier mamá" me dijo el Médico Genetista. Yo no sabía si era algo bueno o malo porque al principio sus preguntas sobre la temporalidad y el crecimiento de la nena me habían dejado en jaque ¿Cuándo asentó cabeza? ¿Cuándo se sentó por primera vez? ¿cuando empezó a pararse? Emm ammm yo digo que... pero bueno ya cuando entramos en materia aproveché para hacer todas mis preguntas de las cuales no tenía él respuesta pero que la conversación en su todo, fue interesante (no todos los días visita uno al genetista) Hablamos de Eduardo Punset, de cómo la ciencia ha avanzado y que pronto sabremos de qué nos vamos a morir, de la fotografía preciosa que tenía y de la vista del 14avo nivel que me recuerda que la próxima consulta llevaré mi cámara.
Regresando al tema. Aún no sé en qué porcentaje se inclinará la balanza. De este randomness que tanto más quisiera hablar. 80% de los pacientes presentan problemas en los dientes, 50% con anormalidad menor en el pelo y muy pocos casos con problemas de la vista y neurológicos. Ya me estaba empezando a preocupar cuando mis compañeros del trabajo me compartieron su vida: Cáncer, problemas del corazón, etc.
Nuevamente llega a mí una sensación de universalidad que me cuesta explicar pero que es parecido a un silencio compartido. Todos luchamos, todos tenemos miedos, algunos más grandes que otros pero hay esa mirilla que nos dan nuestros antepasados, la de la supervivencia, como los osos de agua, acondicionando, utilizando las habilidades posibles, reconociéndonos en un pequeño gran universo de significados y posibilidades.
viernes, 26 de septiembre de 2014
Cita con el Dentista. Un combate a la fobia
Instrumentos de exploración dental. Me tiembla el cuerpo, la fobia anuncia su entrada real mientras el ruido de la máquina anuncia la hora. Los doctores examinan la radiografía mientras mi cuerpo yace ahí como un cordero que no está seguro si será sacrificado o quizá otro día, quizá digan, no es necesario, vaya a su casa a descansar
- rrrr rrrrr máquina con euforia grita que está lista
- Pienso en María Renée, sus cachetes, sus colochos, respira Cristina, sólo respira
- taladro dental gira a gran velocidad. Retirar y reparar, es la consigna
- la saliva cae del otro lado, despacito hasta el lóbulo de la oreja, cierro los ojos
- Abra más la boca
- no puedo respirar, me ahogo. María Renée sonríe, María Renée hace pucheros, María Renée,María Renée... respiro
- Le vamos a poner un "poquito" de anestesia
- aprieto mis manos, mi orgullo, mis deseos de salir corriendo
- *sonido de aguja carcajea en silencio penetrando el tejido conectivo rosado*
Nada se adormece, mis sentidos están demasiado despiertos, atentos tratando de entender los diferentes tipos de dolor que existen, el de la encía, el de la sangre escurriendo, el sabor de un líquido extraño, la ignorancia de lo que está pasando, sólo veo unas lámparas al fondo que tienen malas las bombillas, la rajadura de la pared, el sagrado título que acredita este rito y mis imágenes que me salvan.
sábado, 10 de mayo de 2014
Reflexiones de una madre en su primer 10 de mayo
Voy a empezar
sacando de mi sistema unas cuantas ideas que me incomodan:
La madre abnegada
Lo que no me
gusta del discurso de la madre sacrificada o abnegada no es que no sea cierto,
pues obviamente hay tanto que una mamá hace, su tiempo ya no es su tiempo y
muchas cosas que como madre incipiente, ignoraré. Pero para mi salud mental
quiero pensar que puedo ser una buena madre sin corona de santa. Estoy
empezando en este caminar y me resisto a creer que me espera una vida de
contrariedades y anulación de mis intereses e integralidad. Quiero pensar y de
hecho es lo que en estos 8 meses he vivido, que esta nueva experiencia no es un sacrificio sino un nuevo enfoque de la realidad y de cercanía con la vida. Me acerca a la
filosofía al contemplar la debilidad con que un bebe nace, incapaz de actuar
por sí mismo y como poco a poco va adquiriendo más y más capacidades, es bello. Nace al
mundo y es como “y esto qué putas” y luego empieza a apreciar los detalles,
aprende, vive, pero no sólo el bebé, también la mamá revive, se reconecta con una parte olvidada. Si le quitamos el “sacrificio” al ser mamá, ganamos
más, porque entonces es un gana-gana, es una aventura distinta.
Espero que mi
yo madre del futuro no me diga: “qué ingenua la Cris” pero por el momento
quiero pensar que el tiempo es compartido. Ahora canto y antes no lo hacía,
corro menos pero bailo más, me agrada más compartir con la familia y que
socialicemos en los distintos ambientes en que ambas vamos sintiéndonos a
gusto.
La realización plena de una mujer es ser
madre
Creo que el
problema es el sistema patriarcal en el que vivimos. Ese chip de realizarse
hasta que se es madre podría provenir de un grito de poder ante el hombre. Porque hasta el momento no he escuchado a
nadie decir “hasta que se es padre uno se realiza como hombre”. Quizá es la
única arma que piensan que tienen para sentirse dignas, mejores o “más
valiosas” El problema es que se pasan llevando de corbata a las que no lo son y
lo peor es que no es cierto. La realidad es que la realización de una mujer no
está en su maternidad sino como todo ser humano, en algo más complejo, en una
serie de satisfactores y percepción del mundo.
Sólo una madre sabe
Por qué
queremos establecer esa barrera entre los que tienen hijos y los que no. Como
si de pronto unas adquirieron su pase al mundo de la luz y las otras siguen en
tinieblas. Pero que esta luz es para ellas hablar de pañales, colegio y el
último aparato electrónico que les hace la vida más fácil en su arduo y duro
trabajo maternal. No es que quiera minimizar lo que ser madre significa, ojo,
pero no estoy de acuerdo en que al hacerlo se excluya a otras mujeres y tampoco
me parece que por el hecho de ser mamás perdamos la oportunidad de hablar de arte, ideas, política o libros. Claro quizá una
madre no podrá leer a plena tarde del día y tendrá que hacerlo en la madrugada
después que su hij@ duerme o la película habrá que ponerle pause un par de
veces, pero eso no impide que anulemos nuestro ser persona por el hecho de
tener diferentes responsabilidades. No somos distintas en esencia si todas
hemos tomado la opción de vida que hemos querido y/o somos consecuentes con
nuestras decisiones y nuestras actitudes ante la vida. No es posible que
sigamos compitiendo entre nosotras, cada una en su propio contexto tiene sus
propias luchas y sus propios desafíos en un sistema de por sí ya difícil para
las mujeres como para que nos pongamos a etiquetarnos o clasificarnos
innecesariamente. La empatía entonces se adquiere cuando las dolorosas experiencias de vida que sin hijos o con, se escuchan, se comparten, se respetan y valoran. Entonces hay más admiración y menos juicio.
En fin, por mi
parte puedo decir que ser mamá le ha dado un giro interesante a mi vida. Es un
constante espejo que me provoca un constante cuestionamiento. Ahora que escribo
y la veo a la par dormida con su mini manita sintiéndome, en posición relax no
puedo más que sonreír y querer un buen futuro para ella. Vivimos en un mundo
tan extraño de dolor y amor, odio e indiferencia. De guerras y contradicciones.
Hay cosas que toca tolerar y otras que se vuelven insoportables. Somos humanos
complejos, con miedos y posibilidades. Seres situados que dado que ya estamos
aquí lo mejor será buscar ese equilibrio entre la lucha por los ideales y la
vivencia de lo cotidiano con más sonrisas que rencores.
Hay mucho más qué decir, pero por el momento lo dejo ahí.
jueves, 20 de marzo de 2014
79 días
En mi constante esfuerzo por responderlas hoy, 79 días desde que inició el año 2014: 1896 horas menos las horas de dormir, aproximadamente 1264 horas vividas que después de hacer unos cálculos lo más real posible, las divido de de la siguiente manera:
Nótese que no aparece nada sobre deporte y estudio lo cual debiese cambiar en el futuro próximo. Claro que podría incluir más detalles (aseo personal, comida, oficio, etc.) y que las redes sociales normalmente son consumidas en tiempo de trabajo (porque hay que hablar lo que es) pero bueno, para fines prácticos creo que funciona. Primero me sorprende que el porcentaje de salidas con amigos sea tan bajo, tenía la percepción que andaba muy pata de chucho, creo que es porque estoy más pendiente de regresar más temprano a mi casa y antes ni en cuenta de cuántas horas utilizaba para socializar ni mucho menos contando cuántos días, entonces mi percepción es proporcional a mi preocupación por el tiempo que dedico a la sana diversión versus el tiempo que dedico a estar con mi familia.
A lo mejor la variable tiempo-aprendizaje en este sentido no tenga tanta relación por sí misma pero me ayuda de alguna manera a situarme frente a un espejo e interiorizar sobre lo vivido. Al inicio del post pensaba escribir 79 cosas que he aprendido pero al bajar a números más reales me doy cuenta que los aprendizajes no pueden numerarse, ni funciona el "cada día hay que aprender algo nuevo". A veces una decisión te genera todo el aprendizaje que los 78 días previos no te habían dado. Enfocándome en esta ocasión al % más alto, a nivel laboral he descubierto que una vez se lucha por la realización ya no se teme a la estabilidad y se es capaz de emprender nuevos retos. Todo aquello que atente con la dignidad o que va en contra de mis principios no es aceptado y se continúa la búsqueda. Se empaca la experiencia, se aprietan las habilidades y se camina hacia otros senderos. Por una parte las oportunidades de ampliar el espectro hacia nuevos universos-personas llenan y sorprenden,
lunes, 25 de noviembre de 2013
Una buena conversación es como un buen beso
En mi casa abunda el silencio. Aunque el tema del silencio es para otro post, hago la referencia que en mi casa es difícil encontrarme con una buena conversación.
Cuando llegan visitas los temas varían entre la última travesura de los niños, el relato de las actividades pasadas, planificar nuevas, si alguien se enfermó cómo siguió, qué rica está la comida, ya va a ser el cumpleaños de...
Nada sorprende, todo lleva su curso como río hacia el mar de la cotidianidad y a mí me vence una inercia casi hipnótica que me dirá lo que es propio contestar y me dará la libertad de retirarme y pasar desapercibida. Debo confesar que no tengo interés en cambiar ésta apatía, quizá porque a veces también relaja, desconectar la mente. Pero es algo que percibo no sólo en mi casa sino en muchos espacios, más de lo que a mí me gustaría.
"Pasó el día como un zombie, haciendo las cosas mecánicamente, sorprendiéndose de lo organizada que era la vida, de lo poco que había que poner de su parte para que las cosas más o menos funcionaran, de lo nada que los demás se dan cuenta de lo que a uno le está pasando."
Eduardo Villagrán- En el Camino Andamos.
Al final creo que ésa es la razón por la que las buenas conversaciones dejan una huella muy placentera. Porque no somos muy escarbadores de la vida. Cuesta romper rutinas aún si es para nuestro beneficio, pues no hay cosa más hermosa que ese momento en que los ojos se iluminan al compartir ideas, sentimientos, intimidad.
"No se lee ningún libro sin que éste tenga alguna clase de repercusión. Exactamente igual que una conversación seria o un encuentro importante siempre tienen sus consecuencias. No se habla profundamente con alguien sin que quienes dialogan vivencien algo, o incluso, diría yo, sin que algo cambie en ambos."
Eric Fromm-El amor a la vida
Así es que yo me declaro amante de las buenas conversaciones. ¿Qué es una buena conversación? yo lo comparo con un beso, aunque he de aclarar que no estoy diciendo que sólo se pueden tener buenas conversaciones con el sexo opuesto, trasciende el tema de los sexos, pero hago la comparación porque es una combinación eros-ágape, arte, perfección; como un beso que lleva un ritmo (los dos tienen la oportunidad de hablar), armonía (se sienten escuchados), confianza (nadie juzga), las palabras van jugando con las otras hasta lograr una chispa que enciende la mente y te sacude, entonces la conversación es pasión.
"...un intelectual puede decir algo extraordinariamente ingenioso, pero a uno lo aburre. Y alguien mucho menos brillante puede decir algo muy simple y uno no se siente aburrido, sino estimulado, porque expresa vida. Lo que atrae es siempre lo vivo."
Eric Fromm, El amor a la vida
Para cada persona habrán diferentes factores los que vayan armando su conversación placentera. Comparto algunos de los míos:
- Lejos de criticar personas, hay ideas fuertes sobre cómo se ve la vida, lo que le gustaría cambiar o mantener, una crítica de su entorno, su espacio, su ser.
- Preguntas curiosas, ingeniosas, espontáneas
- Cuando comparte algo que no había compartido nunca y sus gestos están vulnerables, expuestos. Uno no sabe cómo agradecer, cómo decirle que sus palabras valen oro y que están seguras.
Es difícil explicarlo, sólo sé que para mí son arte, porque no se encuentran a la vuelta de la esquina, tienen su mística, transforman, expresan lo que la cotidianidad no puede.
miércoles, 10 de abril de 2013
La historia de un nuevo amor. (El origen)
Es curioso, aún no te llaman humano,
ni mini humano, mirá que eso que te digan cigoto (pero no te preocupés ya hace
ratos que no sos cigoto ahora te llaman feto (¡) Pues ni modo, toca pasar por todos esos
nombres raros (aunque no tanto como los que le ponen a las plantas, imaginá que
te llamen Acalypha hispida o Nephrolepsis exaltata, por cierto suena: “y
es que tú apareciste así, sin saber te
has metido en mí” O_O ).
Pues fue hace poco que caí en la
cuenta de lo majestuoso que es este nuevo amor (claro porque) ha empezado (y no
me había dado cuenta), la etapa del
enamoramiento.
Y estás ahí, es decir aquí, en mundos
completamente desconocidos pero en cada paso estás, estamos: Vos tragando
líquido amniótico y yo granita de café; Vos
con tu vernix caseosa y yo con mis pantalones elásticos. Aquí afuera tus
experiencias atléticas, tus nuevas transformaciones propias del crecer, apenas me
lo cuenta el internet.
Te imagino en una gran acuario en el que en
lugar de peces hay una constelación de estrellas fluorescentes que te llevan cada día una nueva aventura.
lunes, 11 de febrero de 2013
Carreteras de mi cerebro
Siento que el amor se me fue en el retrete. Sucedió un día que arrojé a cupido pensando que era una pollito. Me gustaba ver cómo daba vueltas en el agua mientras desaparecía. Tenía 5 años, tal vez 20.
Inocencia que es arena feliz del mar en que vive hasta que alguien se le ocurre llevársela en su calzoneta y la ultraja y se vuelve arena incómoda, triste y melancólica. Nunca logra regresar al mar, termina en una fosa cursi y séptica.
Hay cuentos que están en otros cuentos que están en otros cuentos. Se llaman verdades.
Todo está en tu mente- me dice la voz que calla mis temores, la que después de las lágrimas calma mi tempestad, la que busca en todos los recovecos de mi cerebro el mejor guión para abrazarme:
- ¿Recuerdas el caracol que te dio tu papá de niña?
- Sí lo recuerdo digo emocionada
Inocencia que es arena feliz del mar en que vive hasta que alguien se le ocurre llevársela en su calzoneta y la ultraja y se vuelve arena incómoda, triste y melancólica. Nunca logra regresar al mar, termina en una fosa cursi y séptica.
Hay cuentos que están en otros cuentos que están en otros cuentos. Se llaman verdades.
Todo está en tu mente- me dice la voz que calla mis temores, la que después de las lágrimas calma mi tempestad, la que busca en todos los recovecos de mi cerebro el mejor guión para abrazarme:
- ¿Recuerdas el caracol que te dio tu papá de niña?
- Sí lo recuerdo digo emocionada
Vuelvo a escuchar las olas del mar
el olor de las mandarinas
el sol de las 3 de la tarde
un ágape en mi bolsillo
lunes, 24 de diciembre de 2012
Navidad es
La línea de manzanillas que ahorca mi garganta, la muerte dulce con olor a pino
El nacimiento fija su mirada en el cuerpo, yo la cerámica; ellos el alma
El recuerdo de la sonrisa plena que abrazó la infancia,
el aserrín cubrió con inocencia por muchos años el mar de dudas
Luces, canciones, familia, tradición
un eco grita enojado:
¿Un tamal? ¿Quiere ponche?
¿Disculpe tristeza, espera quedarse hasta el amanecer?
Las cuatro paredes, otra vez
y una gata
- myrcrisher
domingo, 11 de noviembre de 2012
Diario de una tiranía II
Amanece la realidad y hay que
ocultarla; en una banca, un café o en la inmensidad de su recuerdo. El segundo
respiró será el que me traiga de regreso. Aquí,
el diálogo con el poeta. Le pido levante estas letras que hacen alfombra el camino; busco así que las letras
suban y llenen el ambiente de otro aroma, que agiten los árboles para que
caigan de ellos miradas dolorosas,
perdidas. No pasa nada. Espero hasta que el aire haga subir la nostalgia,
la necesaria para darle cierta dignidad a este tedio.
Me alejo de conversaciones, me
refugio en el sabor del escritor, aunque poco sé de sus pasiones,
pues las mías son de otras costumbres, menos heroicas. Un sueño interrumpe y me
quedo dormida. ¿Cuánto tiempo? ¿ya son las dos? Las gradas, árboles, un sol
amigable, el silencio me escolta hasta la oficina, camino acompañada de todas
las decisiones que me han llevado a esta calle y a este suspiro.
Algo propio del espíritu nómada, el camino. Veo una procesión de ensayos, óperas, la majestuosidad de la soprano
cantando, olvidando las congojas del día común se encuentra con lo extraordinario.
Se levanta otro aire, un electroshock al pecho, después serán las guitarras, la pantalla, el final de la noche.
domingo, 4 de noviembre de 2012
Reality and Fantasy
"You know, that people are faced in life with chosing between reality and fantasy. And it’s very pleasant to choose fantasy, but that way lies madness. And you’re forced finally to choose reality, and reality always disappoints, always hurts you."
Woody Allen: A Documentary
lunes, 22 de octubre de 2012
Diario de una tiranía
Qué nostalgia tan extraña ésta que deja el
enamoramiento a una zona. No hay suficientes fotos ni suficientes letras que
puedan contenerla. Lo que representa para mí, lo he dicho más de una vez, se
asemeja a una especie de patria. Hoy extrañé sus calles, la telaraña espiritual
que dice Unamuno:
“Porque la calle forma un tejido en que se entrecruzan
miradas de deseo, de envidia, de desdén, de compasión, de amor, de odio, viejas
palabras cuyo espíritu quedó cristalizado, pensamientos, anhelos, toda una tela
misteriosa que envuelve las almas de los que pasan."
Y cuando me volvía
pez entre otros peces, veía a toda Guate en un vistazo. Ahora en una burbuja
veré otra patria o la misma pero con menos caricias y más lenguaje. Hay una tiranía teoría a la cual hay
que sujetarse. La academia empieza.
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domingo, 7 de octubre de 2012
viernes, 28 de septiembre de 2012
Partiré Mañana
"Buenas Costumbres"
Denise Phé-Funchal
Denise Phé-Funchal
Partiré Mañana
Partiré mañana pienso cuando
siento que te levantás de la cama. Mantengo los párpados cerrados hasta que
notás el movimiento de los ojos, de las pestañas y tu respiración me anuncia
que si no los abro en ese momento te sentarás a mi lado y comenzarás a hacer
preguntas. Te digo buenos días, sonrío y finjo estirarme. Tu aliento deja de
chocar contra mis huesos. No puedo verte, no quiero verte, mis párpados siguen
cerrados pero sé que sonreís. Luego dirás buenos días amor, te acercarás y estamparás
un beso húmedo en mi frente. Siento el espacio entre tus labios como un enorme
abismo, una fosa fría que despedaza todo lo que cae dentro. Cuando siento que
finalmente voy a ser destrozada, que tu respiración hará chocar mi cuerpo en
cada pico, que me arrastrará hasta el fondo, cuando siento que me comenzarás a
preguntar si no te veo a la cara, abro los párpados y encuentro tu corbata de
martes, es martes. Es martes y algunos días me esperan del fin de semana, de
los eternos sábados en los que me convierto en la compañera perfecta, en la
madre ejemplar, en la que sonríe y habla del tiempo, de divorcios de estrellas,
de niños, de todos menos de mí. Es martes y partiré mañana, me digo al verte de
espaldas, vigilando mi rostro desde el espejo mientras arreglás tu corbata. Sonrío
con la esquina de la boca y mis ojos parecen perderse en el reflejo de los
tuyos en el espejo. Eso te hace feliz, te tranquiliza y te deja partir sereno.
A mí me regala el silencio, el olvido de tu voz durante el día. Cuando salgás
por la puerta y el motor de tu auto se pierda tras los árboles que rodean esta
casa volveré a las sábanas y desde dentro conjuraré a las paredes para que no
proyecten tu cuerpo por los pasillos, para que tu voz no se asome a las
ventanas. Pero aún estás acá y la representación no termina. Abrirás la puerta,
llamarás a la sirvienta, le tenderás el saco y dirás que lo coloque en tu auto.
Mientras tanto te observo desde las sábanas, exploto la sonrisa de chiquilla de
la que te enamoraste y con voz acorde – que cada vez se resiste más a salir-
digo que tengo frío y que me levantaré luego, que quiero dormir un poco más,
hasta que los chicos se levanten, que en vacaciones los días son más largos,
más cansados, que tus hijos requieren más. Escucho los pasos de la sirvienta
que atraviesa el pasillo presurosa, el traspaso del saco, tus indicaciones de
última hora y la puerta que se cierras tras de vos. Hoy es martes, no pasarás
el pestillo, no sentiré tu cuerpo ansioso, tus manos no me arrancarán del calor
de las sábanas. Es martes, solamente te inclinarás sobre mí y me darás un beso
largo, una imitación de nuestras tardes en el techo de casa. Te daré mi lengua
y mis labios tibios, respiraré despacio mientras te beso, despacio para que no
dudés de mi buena voluntad. Si no encontraras mi boca, si no respondiera de la
misma manera, comenzarías a preguntar. No quiero contestar, no quiero
arriesgarme a eso, prefiero partir sin explicaciones, mañana. No quiero
contestar porque no sé qué diría, no quiero pensar en tus preguntas. Terminás
de besarme y mantengo los párpados cerrados mientras la presión de tu cuerpo
sobre el mío desaparece, esbozo de nuevo la sonrisa y te escucho partir
tranquilo. Los chicos duermen.
Las sábanas me cubren
completamente, me gusta hundirme en ellas, el bebé aún no llora, puedo soñar un
momento con las cosas que me gustaría hacer, con el tipo de mujer que quisiera
ser, con viajes y amantes, con universidades lejanas y un cuerpo sin cesáreas.
Respiro el aroma del mar que conocí cuando escapé de vos. Escucho el mar que
combate los acantilados y siento la mano del hombre, de cualquier hombre que
recorre mi cuello. Pero tus hijos me llaman, el pequeño llora, la sirvienta
toca la puerta, tengo que dejar el mar.
Me gusta perderme en los libros,
en los míos porque los tuyos no existen. Tus hijos juegan a mi alrededor y me
llaman madre. Pero yo no los he parido, ellos partieron mi cuerpo, dejaron sus
sonrisas en él, se alimentaron de mí, robaron mis horas de sueño, secuestraron
mis sueños, la posibilidad de volver al mar. Me escalan, suben al escritorio y
hablan, me ven con tus ojos, exigen. Son tus hijos. Ellos también amenazan con
preguntar. El bebé me explora con la mirada, intenta meterse en mí, el otro por
desgracia ya habla, en cualquier momento puede preguntar qué pasa mami y no
quiero escucharlo de su boca como en las pesadillas. No quiero que alguien
pregunte. Partiré mañana sin decir nada.
Van a ser las doce. No tarda en
sonar el teléfono y en escucharse tu voz del otro lado preguntando cómo va
todo, si los chicos se preparan para comer, si yo he salido o si pienso salir.
La sirvienta vendrá como siempre y me llevará el teléfono al estudio. Lo tomaré
y le diré antes de responderte que es hora de que los chicos coman. Hola amor –diré
suavemente- cómo ha estado tu día, y vos responderás lo de los martes, día de
reuniones, te espero por la noche, voy a salir a tomar un café, los niños se
quedarán con la niñera que hoy ha regresado tarde de su pueblo, pero que ya está
acá. Preguntarás con quién salgo y ojearé la agenda para ver o inventar con
quién he quedado.
Tus hijos comen, me cambio, les
doy un beso y salgo. Allí está mi auto, podría ser hoy, pero debo hacerlo con cuidado.
En el camino repasaré los pasos para escapar sin huella. Cuando llegue al café,
un poco antes de la hora acordada, pensaré en los cambios al plan que debe
estar listo para esta tarde. Quisiera tomar notas, pero las encontrarías en tus
inspecciones nocturnas a mi bolso y mis bolsillos. La gente llega, se sienta,
habla y yo me olvido de vos, de tus hijos, de la casa rodeada de árboles, de la
sirvienta y la niñera, del colegio, de tu trabajo, de la habitación que compartimos.
Mi sonrisa es verdadera, puedo ser un poco como quisiera, pero el miedo me invade
cuando los otros hablan de sus sueños, cuando sus miradas me encuentran y están
a punto de preguntar. Entonces vuelvo a pensar en vos y todo toma tu forma,
siento un viento frío en la parte trasera de la nuca, un viento que me atraviesa
el cuerpo y entonces hablo, hablo hasta
el cansancio, hasta que siento que puedo volver a vos con pocas palabras.
Te encuentro al volver. Hablamos
de tu día, del mío, del de tus hijos, de las vicisitudes del hogar, de las
noticias, de lo que comimos. Mi sonrisa de chiquilla está siempre para vos,
para detener tus preguntas. Te acompaño a la cama, vemos la tele un rato, apoyo
mi cabeza en tu hombro para dormir tu voz, dejo que me toques, que tus labios
encuentren los míos, que tus brazos me atrapen hasta que quedés en silencio.
Pero has tomado la costumbre de hablar hasta que yo duerma. Me robás la noche
en el mar, tu voz es más fuerte que las olas, tus brazos no permiten que él
acaricie mi cuello, la presión de tu cuerpo alrededor del mío me adormece.
Sueño que mis maletas esperan
escondidas en el armario junto a la puerta, sueño que he tenido tiempo de
prepararlo todo, que esto no se repetirá mañana, que jamás habré de contestarte,
que volveré a los acantilados y a las olas que gritan conmigo mientras
quiebran.
sábado, 8 de septiembre de 2012
domingo, 26 de agosto de 2012
sábado, 4 de agosto de 2012
Pensando en voz alta (a propósito de mi cumpleaños)
Deseo que a esta fealdad colectiva que nos espera podamos envejecerla con honor y emoción y al fin tirar a la basura la estética no por opción pero tirarla al fin al cabo y decir “ya no es lo importante” Entonces a lo mejor y sí nos sirve el pasado para representar todos esos fracasos que la juventud con su belleza no salvó y que ahora todos arrugados podemos pasar a un nuevo mundo, ese que empezamos de cero.
Este cuerpo que inicia con piel de bebé y su inutilidad para caminar, su incapacidad de construir, alejado de los pensamientos abstractos, en fin, tanto va adquiriendo el ser humano que lo que va dejando atrás es ese yo de ciclos, viviendo y muriendo y viviendo, pero entonces ¿Por qué temerle a la vejez?
“Los sacerdotes-astrónomos mayas consideraban el período de 13 “B’aqtunob”, que corresponde a 5,200 años de 360 días, como Era del mundo, o sea una época de “creación”. Su cálculo no estaba alejado de la realidad histórica. Ninguna de las grandes culturas, que surgieron 5 o 6 mil años antes de Cristo, han durado más de 5 mil años. La mayoría de las culturas perduraron mucho menos tiempo. La cultura greco-romana duró menos de 2 mil años; la egipcia menos de 3 mil años; la china era una cultura decadente a los 4 mil años. Concebían el camino infinito del tiempo como un fluir sucesivo de ciclos de vida y muerte, de principio y fin, a similitud del curso del Sol-Ahaw: aurora-ocaso-aurora. Por tal motivo el final de cada período o Era de 13 B’aqtunob no significaba el final de la Historia, porque calculaban esos períodos, ininterrumpidamente, dentro de la concepción del tiempo que se extendía –eternamente- hacia el pasado y hacia el futuro. Los ciclos se unían mediante sucesivas destrucciones y formaciones.”
2012 La Quinta Era en la Historial del Pueblo Maya – Marco Antonio de Paz
2012 La Quinta Era en la Historial del Pueblo Maya – Marco Antonio de Paz
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