Vestigios del mundo
Vivimos juntas cada amanecer,
sus ojos duermen, esa inmensidad;
sus manos despiertan, esa certeza.
La fuerza de ser niña.
Cada día que inicia, cargamos una piedra pesada.
Se hace preciso un café, una palabra, una voz;
dejar de pensar en la ligereza o pesadez de las piedras.
Afuera existen muchos latidos de corazones que no vemos.
Crecen las aguas de números y los países en insomnio.
Cada persona es guerrera de sus miedos y descubren su fuerza.
Entre caminos vamos saltando hacia el futuro, con tremenda ansiedad.
En este apocalipsis recordaré lo feliz que fui a tu lado,
nuestra complicidad: la piscina, los panqueques, la música, los gatos.
Bailaremos al ritmo de nuestros inventos y danzas,
se expanden los minutos y nuestro amor crece.
«!Ay, mami, eso solo pasa en las películas!»
@cryshermoon