viernes, 20 de enero de 2012

Parque Concordia

Tengo en mis adentros un sin-nombre, una fuerza que oprime, que pasa de los sentimientos al pensamiento más puro; el del extrañamiento, un no ser, siendo. Un brillo en la abstracción.

Ver. ¿Qué veo? una palabra soez tan natural como un juego de cartas, aparatos viejos que llevan en hombros un letargo, una pausa en el ambiente. El olor a marihuana dicta la estación, un precioso círculo, el sol dicta a los transeúntes dónde pasar, las bancas llenas de personas que ... ¿quién dicta? y esta tristeza ¿es mía o de ellos?

 Una venta callejera es, una calle con ventanas que deja abierta una espera. 
 
"Gracias a Dios es viernes" dijo el trabajador antes de apagar su computadora, el descanso es, el parque es, la ventana, las corbatas y delantales, todo es.



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