miércoles, 8 de febrero de 2012

Un febrero atorado

Qué pasa con los que no tienen nada que contar porque el largo silencio cultivó olvido en sus historias, cinta en la boca; invisible, solitaria, ajena cinta.

Hay tantas formas de conocer el corazón pero sólo una forma de tomarlo: cuando se está a oscuras, en clandestinidad; lo desmaya primero con poesía de calle. Despacio lo ve alejarse de su cuerpo, ahora es un líquido de letras que se vierte antes que las golondrinas puedan beberlo, quiero despertar de este sueño, cuánto más hay que esperar.

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