La lluvia que me acompaña, sus grandes gotas dejan en el
sendero los muchos besos que te he dado, a ti vida de personajes, calles
arrugadas y huecos de calles que guardan las historias de logros y fracasos.
Me quedo con la tinta de lluvia, para
seguir contando cómo las estaciones siguen apareciendo en estos huesos llenos
de días, horas, lágrimas y sonrisas.
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