lunes, 11 de febrero de 2013

Carreteras de mi cerebro

Siento que el amor se me fue en el retrete. Sucedió un día que arrojé a cupido pensando que era una pollito. Me gustaba ver cómo daba vueltas en el agua mientras desaparecía. Tenía 5 años, tal vez 20.

Inocencia que es arena  feliz del mar en que vive hasta que alguien se le ocurre llevársela en su calzoneta y la ultraja y se vuelve arena incómoda, triste y melancólica. Nunca logra regresar al mar, termina en una fosa cursi y séptica.

Hay cuentos que están en otros cuentos que están en otros cuentos. Se llaman verdades.

Todo está en tu mente- me dice la voz que calla mis temores, la que después de las lágrimas calma mi tempestad, la que busca en todos los recovecos de mi cerebro el mejor guión para abrazarme:

- ¿Recuerdas el caracol que te dio tu papá de niña?
- Sí lo recuerdo digo emocionada

Vuelvo a escuchar las olas del mar
el olor de las mandarinas
el sol de las 3 de la tarde
un ágape en mi bolsillo






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