lunes, 15 de octubre de 2018

Bellota

El paisaje que observas, cada día. Con su propia luz. La majestuosa nostalgia que emite cuando llega la noche.

Llueve el sonido al contemplarlas. De aves, de oleaje, de vida. La nada en su distancia al caos de las cosas. 

En terreno fértil vierto tus palabras que recorren como el silencio recorre las horas hasta encontrarte.

El camino hasta encontrar la bellota.

La que nadie vio caerse pero que recuperó su dignidad de bellota entera.

Cada día hasta llegar al abrazo, el beso de lo posible.
La palabra hecha piel, como semillas abonando la plenitud.
El tiempo preciso de cada espiral, ciclo, humor. 
Si el sol salió  a tu encuentro o al mío. Si llovió o si hace frío.

El nudo de la distancia que atamos y desatamos al compas de los días 
que aguardan nuestros deseos....Vigilantes, cautelosos, espinosos, revueltos, pacientes, sabrosos, suaves, cultos, amenos...

Como los minutos, las horas, los días que pasan esperando hasta encontrarnos en el paisaje o la bellota de lo perfecto.

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