domingo, 3 de noviembre de 2013

La culpa es de uno - Mario Benedetti


La culpa es de uno

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

hasta aquí había hecho y rehecho
    mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
    una manera tierna
    y a la vez implacable
    de desahuciar mi amor

con un solo pronostico lo quitaste
    de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte
    que no es mucha

creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
    y no de los pretextos
    ni del tiempo

hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
    mas no fue tierno

ahora estoy solo
francamente
    solo

siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado

antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno

con los ojos bien secos
por si acaso

miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

jueves, 17 de octubre de 2013

Amistad


"La amistad le es indispensable al hombre para el buen funcionamiento de su memoria. Recordar el propio pasado, llevarlo siempre consigo, es tal vez la condición necesaria para conservar, como suele decirse, la integridad del propio yo. Para que el yo no se encoja, para que conserve su volumen, hay que regar los recuerdos como a las flores y, para regarlos, hay que mantener regularmente el contacto con los testigos del pasado, es decir, con los amigos. Son nuestro espejo, nuestra memoria; sólo se les exige que le saquen brillo de vez en cuando para poder mirarnos en él."

Identidad-Milán Kundera

lunes, 30 de septiembre de 2013

Trabajo Temporal: Belice

Octubre, 2011

 "personas que puedan y quieran viajar a Belice para un proyecto, indispensable inglés...dura 7 dias"

Un rápido chequeo: bandeja de entrada con cero ofertas de trabajo, tiempo libre y el inglés que está decente, vámonos a Belice pues.



parece ser que la vida nos lleva en automático: primaria, básicos, diversificado, trabajar para pagar la Universidad, trabajar y ya no tener tiempo para ir a la Universidad, trabajar de asalariado: un escritorio, una computadora, la engrapadora que siempre se pierde. El café, imprescindible. Los entretenidos desahogos en el corredor, camaradería con la siempre excepción del compañero indeseable, un espacio propio, identidad.
Con la palm y su lapicito que nunca he usado, los papeles de entrevistas regados en el cuarto de hotel que comparto con otras tres, calor, miedo a los desconocidos futuros entrevistados y a las preguntas sobre condones.

Rutinas que ciegan, rutinas de 8 a 5, no hay emoción en el trabajo, no importa si es lunes o miércoles, gracias al fin de semana se evitan suicidios, el molesto llamado del jefe con ese molesto tono de autoridad, fiel réplica del sistema "democrático" de nuestros tiempos.
La meta es sacar las entrevistas en 7 días, se inicia desde temprana hora, casi no se almuerza y se termina  muy noche, en esa oscuridad, personas de aspecto sospechoso me ven con molestia, tiemblo. (No que muy hippie, me dice la supervisora). Caigo rendida con un cansancio nuevo, pies, cuello, espalda. Un abrir y cerrar de ojos y se llegó el nuevo día

¿Qué quieres ser cuando seas grande? - Artista
Dos objetos en mi morral me salvan de mi cansancio y mal humor: una cámara de rollo y el libro de Vania Vargas "Quizá ese día tampoco sea hoy". Con ellos juego a bohemia y ese parque por el que he pasado más de 10 veces tiene un cielo hermoso, pájaros, casas, calles, personas, este sitio nuevo, no el del turismo, la ciudad de tiendas chinas, comercios de árabes y curiosos beliceños. Empieza  la mañana y el sueño terrible que parece que nunca me voy a despertar los rescatan los poemas densos y tristes que se vuelven caricias, voces de lejos que dignifican el cansancio.





Las puertas del cielo

"No sé cómo decirlo, me parece que yo seguía su mirada y a la vez le mostraba el camino; sin vernos sabíamos (...) la coincidencia de ese mirar, caíamos sobre las mismas parejas, los mismos pelos y pantalones."

Julio Cortázar
Bestiario

lunes, 16 de septiembre de 2013

El gusto por el arte

Empezó cuando la cotidianidad de la vida dejó de ser entretenida. De pronto eran los mismos programas de televisión, las mismas películas con finales felices, las conversaciones y sus temas repetidos y el mismo ritual de domingo. Ante tal parsimonia lo único que podía salvarme era encontrarme con el arte.

No relataré cómo lo encontré, sino qué significa para mí. Y es que para mí es esa puerta a lo nuevo cuando se cree que ya se ha visto todo, pero un nuevo que resplandece a los sentidos dormidos y que le da un electrochoque al cerebro.

Arte puede ser una fotografía, un libro o una buena conversación. Un poema justo antes de empezar a trabajar o una película que atrapa porque supo expresar los sentimientos escondidos que nunca habían salido a la luz porque no sabían cómo.

No todo lo extraordinario es arte, pero sí lo es, descubrir un detalle, ahí en ese día común, un violín, unos señores jugando al ajedrez en un centro comercial con un piano de fondo, las palabras sabias de un abuelo, la mirada penetrante que un recién nacido da al mundo.

viernes, 30 de agosto de 2013

Estado contemplativo

60 gotas se deslizan sobre un cuerpo
60 esperas desfilan en intervalos
24 tic tacs, curiosos, rebosantes

No me he extinguido
Sigo llevando su nombre en mi lluvia
le dibujo con trazos invisibles
con luz de luna, lo extraño

60 respiraciones me regresan al hoy
60 veces huyo del eros sin conseguirlo
24 frágiles horas 

 preguntas que sienten y viven
distancias que sienten y duelen
myrcrisher

jueves, 15 de agosto de 2013

Fantasía Urbana - Tania Hernández

Extraido de "Love Veintidiez"
Tania Hernández


La camioneta se asoma ya en la esquina, cuando te veo salir corriendo del edificio de enfrente. Cruzas la calle y logras alcanzarme en el último minuto para subir y abrirnos paso entre la multitud que se aglomera cerca de la puerta

- Córranse para atrás, que atrás hay lugar.

Por poco me caigo a causa de un frenazo, así que te doy la espalda y me agarro al respaldo de uno de los asientos. La camioneta va atestada de gente que, como nosotros, vuelve del trabajo a la hora pico. Con la excusa de protegerme te pegas a mi espalda, agarrando con una mano el tubo y con la otra mi brazo. Atrás hay lugar, atrás de mi siempre habrá lugar para tu pecho, eso lo sabes. Vamos en silencio, nuestra mente se concentra en nuestros tactos que se buscan en medio del hacinamiento de decenas de cuerpos extraños.

- Permiso, mano, que en la próxima bajo.

Un movimiento mío te señala que te doy permiso para que bajes todo lo que quieras y bajas, bajas un poquito para acomodarte más a mi cuerpo. Tu mano es fuego cuando se va deslizando hacia mi cintura. Me abrazas y te siento más cerca, mi cabeza en tu hombro, tu pecho en mi espalda y algo protuberante e insistente sobre mis nalgas. Te percibo creciendo hacia mí, cada vez más grande y firme, queriendo sobrepasar las fronteras de tu pantalón y de mi falda.

- Córrase, que ahí cabe mamita.

Estoy que casi me corro, tus manos me fijan a ti y me acarician, y yo quisiera que me penetraras aquí mismo, en medio de todo y de todos. En este punto mi cerebro desconecta y ya no me importa nada. Si me dejara ir, estoy segura que me cabrían dos y hasta tres orgasmos en un mismo instante. Por suerte tenemos tan bien amaestrada nuestra razón, que el pudor y el control vuelven puntuales una cuadra exacta antes de llegar a la parada. Tocamos el timbre e iniciamos el descenso.

- Algo breve, Seño.

Vamos bajando poco a poco nuestra excitación, al tiempo que bajamos de la camioneta. Nos despedimos, sin palabras, con un beso en la mejilla. Nos esperan en casa las obligaciones y el desamor, pero mañana, mañana después del trabajo, seremos de nuevo tú y yo, como todos los días, a la misma hora y en la misma ruta.