El asunto de asistir a las conferencias es, de alguna manera, una oportunidad para ... ¿Para qué?
Hace poco asistí a la presentación del libro"La Subversión Ética de Nuestra Realidad: Crisis y renovación del pensamiento crítico latinoamericano"; la idea era presentar la "ética humanista materialista cristiana" que generó un interesante debate que no es mi intención abordar en este espacio; no porque no quiera, sino porque no he leido el libro y entre tanto concepto rimbombante me pierdo. Lo que quiero realmente hacer, es cristalizar el espacio, ese momento en el cual los pensamientos e ideas revoloteaban no como mariposas, que verlas gusta, sino como mosquitos de los que se evitan para que no te piquen: razón, verdad, valores, el debate del sujeto, el deseo de lo antagónico... ahí estaba ella (osea yo) escuchando atenta, sin omnisciencia pero pensando lo bueno que sería tenerla; digo porque enmedio de personas extrañas que opinaban con tanta soltura, hubiera querido opinar algo, pero mi espíritu revuelto, recién inyectado de un "no sé que" se desconcentraba viendo a esos "otros" que mostraban el deseo ambicioso de "cambiar el mundo" ¿sería ése el deseo genuino o escondían detrás de las palabras elocuentes una pasión un tanto más egoísta pero honesta de preferir el discurso, cómodo y seguro, a una seria búsqueda de subversión? ¿No será que la guerra interna y la subversión sólo ocurre cuando se da en el corazón? ¿Actuamos con la fuerza de la razón? ¿o los verdaderos generadores de cambio han vivido la cruda realidad, la han palpapado, la han llorado, les ha dado vértigo la desesperanza y han accionado con esfuerzos conjuntos para cambiarla?
Me gusta tu manera de escribir! Estoy agregando ya mismo el blog a los que sigo regularmente :)
ResponderEliminarY la subversión, sip, he llegado a pensar que su forma verdadera es el discurso, no tanto la acción. Todos somos subversivos, todos haríamos esto o aquello, pero no lo hacemos :(
Un abrazo!!