Simple... y no.
Del libro Cómo se hace una novela Don Miguel de Unamuno:
"- Le Sorgenti irrazionali del pensiero, Nicola Abbagnano:
Comprender no quiere decir penetrar en la intimidad del pensamiento ajeno, sino tan sólo traducir en el propio pensamiento, en la propia verdad, la soterraña experiencia en que se vive la vida propia y ajena”
- Unamuno:
Pero ¿No es esto acaso penetrar en la entraña del pensamiento del otro? Si yo traduzco en mi propio pensamiento la soterraña experiencia en que se funden mi vida y tu vida, lector, o si tú la traduces en el propio tuyo, si nos llegamos a comprender mutuamente, a prendernos conjuntamente, ¿No es que he penetrado yo en la intimidad de tu pensamiento a la vez que penetras tú en la intimidad del tuyo y que no es ni mío ni tuyo, sino común de los dos? ¿No es acaso que mi hombre de dentro, mi intra-hombre, se toca y hasta se une con tu hombre de dentro, con tu intra-hombre, de modo que yo viva en ti y tú en mí?"
Traducir.
Y es que regresó la duda cuando en reunión de lectores Eduardo Villagrán mencionó que para escribir se necesita empatía. ¿Será que la razón por la que muchos no podemos escribir es por nuestra falta de empatía? (Escribir me refiero a novelas, cuentos, literatura) En mi caso he llegado a la conclusión que soy sensible (vaya si no) pero no empática y es porque he de reconocer mi egoísmo y también falta de observación. Normalmente estoy absorta en mis propias ideas que no me detengo a tratar de ver más allá de mi misma, bueno que soy despistada y vivo más para mi interior, pero que soy consciente que hay mucho afuera que "no me interesa" o como llamarada de tusa, lo veo pero muy fugazmente sin detenerme demasiado. (algo muy propio de las sociedades modernas diría Fromm)
Quizá sea tiempo de practicar la traducción y sorprenderme por los nuevos mundos que han estado escondidos.
Ampliaremos.
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