Hoy es un nuevo
día de enero, B’atz, que significa hilo, un día para hablar sobre el tiempo. En
este nuevo año en que no empezamos desde cero sino que llevamos una continuidad
con el pasado. El hilo del tiempo y del desarrollo de nosotrxs y de la
sociedad.
Las energías
de un nuevo año pueden significar muchas cosas… ¿Qué queremos dejar atrás y qué
queremos llevar con nosotros en este nuevo ciclo? ¿Qué idea fuerte y poderosa
queremos nos acompañe en nuestro camino?
No sé qué hacer en el mundo, a dónde ir. He estado bastante introspectiva en estos meses producto de un rompimiento que me ha dolido como oso en ataque de esquimal en pleno frío. Así que el fuego que otras compañeras me han dado, ha sido invaluable. Y esta despedida no ha hecho más que forzarme a hurgar dentro de mí para construir mi iglú.
He pensado mucho en la tristeza. La voy viviendo en el cuerpo en
una especie de infrarojo con sus diferentes densidades y adjetivos. La he
pensado como amiga y como enemiga.
Debo afrontar mis miedos y mis inseguridades. Debo enfrentar
esta yo que no es perfecta pero lo más importante, se tiene a sí misma. Nadie
me puede abandonar si yo no puedo abandonarme, yo siempre seré yo, vengan y
vayan gentes. Si yo no me abandono, todo está bien.
Pero es dificil. Duele. Unos días más que otros. Escribo mucho, leo. Abrazo a mi infante, busco respuestas.
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