lunes, 25 de noviembre de 2013

Una buena conversación es como un buen beso


En mi casa abunda el silencio. Aunque el tema del silencio es para otro post, hago la referencia que en mi casa es difícil encontrarme con una buena conversación.

Cuando llegan visitas los temas varían entre la última travesura de los niños, el relato de las actividades pasadas, planificar nuevas, si alguien se enfermó cómo siguió, qué rica está la comida, ya va a ser el cumpleaños de...

Nada sorprende, todo lleva su curso como río hacia el mar de la cotidianidad y a mí me vence una inercia casi hipnótica que me dirá lo que es propio contestar y me dará la libertad de retirarme y pasar desapercibida. Debo confesar que no tengo interés en cambiar ésta apatía, quizá porque a veces también relaja, desconectar la mente. Pero es algo que percibo no sólo en mi casa sino en muchos espacios, más de lo que a mí me gustaría.

"Pasó el día como un zombie, haciendo las cosas mecánicamente, sorprendiéndose de lo organizada que era la vida, de lo poco que había que poner de su parte para que las cosas más o menos funcionaran, de lo nada que los demás se dan cuenta de lo que a uno le está pasando."
Eduardo Villagrán- En el Camino Andamos.

Al final creo que ésa es la razón por la que las buenas conversaciones dejan una huella muy placentera. Porque no somos muy escarbadores de la vida. Cuesta romper rutinas aún si es para nuestro beneficio, pues no hay cosa más hermosa que ese momento en que los ojos se iluminan al compartir ideas, sentimientos, intimidad.

"No se lee ningún libro sin que éste tenga alguna clase de repercusión. Exactamente igual que una conversación seria o un encuentro importante siempre tienen sus consecuencias. No se habla profundamente con alguien sin que quienes dialogan vivencien algo, o incluso, diría yo, sin que algo cambie en ambos." 
Eric Fromm-El amor a la vida

Así es que yo me declaro amante de las buenas conversaciones. ¿Qué es una buena conversación? yo lo comparo con un beso, aunque he de aclarar que no estoy diciendo que sólo se pueden tener buenas conversaciones con el sexo opuesto, trasciende el tema de los sexos, pero hago la comparación porque es una combinación eros-ágape, arte, perfección; como un beso que lleva un ritmo (los dos tienen la oportunidad de hablar), armonía (se sienten escuchados), confianza (nadie juzga), las palabras van jugando con las otras hasta lograr una chispa que enciende la mente y te sacude, entonces la conversación es pasión.

"...un intelectual puede decir algo extraordinariamente ingenioso, pero a uno lo aburre. Y alguien mucho menos brillante puede decir algo muy simple y uno no se siente aburrido, sino estimulado, porque expresa vida. Lo que atrae es siempre lo vivo."
Eric Fromm, El amor a la vida

Para cada persona habrán diferentes factores los que vayan armando su conversación placentera. Comparto algunos de los míos:

- Lejos de criticar personas, hay ideas fuertes sobre cómo se ve la vida, lo que le gustaría cambiar o mantener, una crítica de su entorno, su espacio, su ser.

- Preguntas curiosas, ingeniosas, espontáneas

- Cuando comparte algo que no había compartido nunca y sus gestos están vulnerables, expuestos. Uno no sabe cómo agradecer, cómo decirle que sus palabras valen oro y que están seguras.

Es difícil explicarlo, sólo sé que para mí son arte, porque no se encuentran a la vuelta de la esquina, tienen su mística, transforman, expresan lo que la cotidianidad no puede.





martes, 19 de noviembre de 2013

La soledad es mala


El tema de la soledad siempre me da dolores de cabeza. Por un lado el hombre es un ser para estar en sociedad, si no estuviera cerca de otras personas simplemente moriría, todos nos necesitamos de todos. Pero en qué momento se empieza a complicar el asunto, se crean todas estas normas de cómo debiéramos ser y reproducirnos, los ritos sociales ¿a quién se la habrán ocurrido? Empieza lo chistoso, nos volvemos estructuras de comportamiento y sentido común y eso nos da tranquilidad pero nos va alejando de disfrutar el ser individual que quiere bañarse en la fuente del parque o gritar en plena misa. Más allá nos va diciendo (¿Quién nos dice?) a qué edad es bueno casarse, tener hijos, ser jefe.

¿Cómo romper con los ideales fabricados? Quién dice que una mujer con hijos es más mujer que una que no los tiene o que el ser soltera a cierta edad es signo de que "por algo es" como si no fuera una opción. ¿Puede alguien vivir en soledad cuando todo el tiempo le han inculcado lo contrario?





domingo, 3 de noviembre de 2013

La culpa es de uno - Mario Benedetti


La culpa es de uno

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

hasta aquí había hecho y rehecho
    mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
    una manera tierna
    y a la vez implacable
    de desahuciar mi amor

con un solo pronostico lo quitaste
    de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte
    que no es mucha

creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
    y no de los pretextos
    ni del tiempo

hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
    mas no fue tierno

ahora estoy solo
francamente
    solo

siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado

antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno

con los ojos bien secos
por si acaso

miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

jueves, 17 de octubre de 2013

Amistad


"La amistad le es indispensable al hombre para el buen funcionamiento de su memoria. Recordar el propio pasado, llevarlo siempre consigo, es tal vez la condición necesaria para conservar, como suele decirse, la integridad del propio yo. Para que el yo no se encoja, para que conserve su volumen, hay que regar los recuerdos como a las flores y, para regarlos, hay que mantener regularmente el contacto con los testigos del pasado, es decir, con los amigos. Son nuestro espejo, nuestra memoria; sólo se les exige que le saquen brillo de vez en cuando para poder mirarnos en él."

Identidad-Milán Kundera

lunes, 30 de septiembre de 2013

Trabajo Temporal: Belice

Octubre, 2011

 "personas que puedan y quieran viajar a Belice para un proyecto, indispensable inglés...dura 7 dias"

Un rápido chequeo: bandeja de entrada con cero ofertas de trabajo, tiempo libre y el inglés que está decente, vámonos a Belice pues.



parece ser que la vida nos lleva en automático: primaria, básicos, diversificado, trabajar para pagar la Universidad, trabajar y ya no tener tiempo para ir a la Universidad, trabajar de asalariado: un escritorio, una computadora, la engrapadora que siempre se pierde. El café, imprescindible. Los entretenidos desahogos en el corredor, camaradería con la siempre excepción del compañero indeseable, un espacio propio, identidad.
Con la palm y su lapicito que nunca he usado, los papeles de entrevistas regados en el cuarto de hotel que comparto con otras tres, calor, miedo a los desconocidos futuros entrevistados y a las preguntas sobre condones.

Rutinas que ciegan, rutinas de 8 a 5, no hay emoción en el trabajo, no importa si es lunes o miércoles, gracias al fin de semana se evitan suicidios, el molesto llamado del jefe con ese molesto tono de autoridad, fiel réplica del sistema "democrático" de nuestros tiempos.
La meta es sacar las entrevistas en 7 días, se inicia desde temprana hora, casi no se almuerza y se termina  muy noche, en esa oscuridad, personas de aspecto sospechoso me ven con molestia, tiemblo. (No que muy hippie, me dice la supervisora). Caigo rendida con un cansancio nuevo, pies, cuello, espalda. Un abrir y cerrar de ojos y se llegó el nuevo día

¿Qué quieres ser cuando seas grande? - Artista
Dos objetos en mi morral me salvan de mi cansancio y mal humor: una cámara de rollo y el libro de Vania Vargas "Quizá ese día tampoco sea hoy". Con ellos juego a bohemia y ese parque por el que he pasado más de 10 veces tiene un cielo hermoso, pájaros, casas, calles, personas, este sitio nuevo, no el del turismo, la ciudad de tiendas chinas, comercios de árabes y curiosos beliceños. Empieza  la mañana y el sueño terrible que parece que nunca me voy a despertar los rescatan los poemas densos y tristes que se vuelven caricias, voces de lejos que dignifican el cansancio.





Las puertas del cielo

"No sé cómo decirlo, me parece que yo seguía su mirada y a la vez le mostraba el camino; sin vernos sabíamos (...) la coincidencia de ese mirar, caíamos sobre las mismas parejas, los mismos pelos y pantalones."

Julio Cortázar
Bestiario

lunes, 16 de septiembre de 2013

El gusto por el arte

Empezó cuando la cotidianidad de la vida dejó de ser entretenida. De pronto eran los mismos programas de televisión, las mismas películas con finales felices, las conversaciones y sus temas repetidos y el mismo ritual de domingo. Ante tal parsimonia lo único que podía salvarme era encontrarme con el arte.

No relataré cómo lo encontré, sino qué significa para mí. Y es que para mí es esa puerta a lo nuevo cuando se cree que ya se ha visto todo, pero un nuevo que resplandece a los sentidos dormidos y que le da un electrochoque al cerebro.

Arte puede ser una fotografía, un libro o una buena conversación. Un poema justo antes de empezar a trabajar o una película que atrapa porque supo expresar los sentimientos escondidos que nunca habían salido a la luz porque no sabían cómo.

No todo lo extraordinario es arte, pero sí lo es, descubrir un detalle, ahí en ese día común, un violín, unos señores jugando al ajedrez en un centro comercial con un piano de fondo, las palabras sabias de un abuelo, la mirada penetrante que un recién nacido da al mundo.