domingo, 26 de agosto de 2012

Composición para el lunes - Víctor Muñoz

Del libro Posdata: ya no regreso - Víctor Muñoz 


Composición para el lunes


Ayer fuimos a la piñata de Max. Max es mi amigo pero también es mi compañero de la escuela y hace como un mes que comenzó con que no fuera a faltar a su piñata y todavía cuando me entregó la invitación me recomendó que no fuera a faltar. Se la llevé a mi tía y le dije lo que me había dicho Max y ella me dijo que estaba bueno y que teníamos que comprar un regalo.
Primero fuimos a la misa y después al supermercado y después a la piñata. Mi tía dijo que íbamos a comprar algo que no fuera muy caro porque no tenía mucho dinero.  La misa estuvo bien tardada y en el supermercado había mucha gente y compramos unos crayones y pedimos que lo pusieran para regalo.
La invitación era para las diez de la mañana y nosotros llegamos como a las once y media. Había un payaso que estaba haciendo un acto y cuando nos vio entrar dijo que ya llegaron los madrugadores y que buenas noches y también pidió un aplauso para los madrugadores y la gente se puso a aplaudir y a reírse y salió la mamá de Max y nos saludó y mi tía sacó el regalo y me lo dio y me dijo que se lo diera a Max y yo se lo di y él me dijo que gracias vos, venite para acá y nos consiguió una silla para mí y una para mi tía.
El payaso pidió a tres niños voluntarios para hacer un acto y nadie quiso pasar, entonces agarró de la mano a un niño y dijo que así me gusta que sean valientes los niños y como nadie más quería ir nos fue a traer a mí y a Max y después pidió a tres niñas voluntarias pero tampoco ninguna de las niñas quería ir y él se las fue llevando de una en una y nos puso a hacer concursos y nos puso apodos y como Max es un poco gordo le dijo que era su amigo Sanchinelli y a mí como soy delgado dijo que yo era Tribilín. A mí me cae mal que me pongan apodos pero la gente se rió mucho y aplaudieron. Les puso otros apodos a los demás pero ya se me olvidaron y cuando nos puso parados por orden de estatura nos puso a hacer un concurso de pasarse de mano en mano un trapo y cuando él sonaba un pito, al que le había quedado el trapo tenía que bailar. A mí nunca me ha gustado eso de que me pongan a bailar  y por eso cuando me tocó quedarme con el trapo no hice bien el baile. Tampoco me aplaudieron mucho y ganó una niña y el payaso le dio un collar de plástico y le dijo que era de oro y después dijo que le iba a dar un premio al niño que hubiera bailado mejor y nos volvió a pasar y les pidió a todos que aplaudieran al que había bailado mejor y volvió a ganar otra niña, después nos dijo que nos fuéramos a sentar y llamó a tres señores y tres señoras y los puso a hacer un concurso de brincar para adelante y para atrás de una línea. Hizo otras bromas y después dijo que muchas gracias y que era el payaso Serrucho y que cuando lo necesitaran lo llamaran y agarró sus cosas y se fue y la gente lo aplaudió y a mí no me gustó el payaso porque no me gustan los payasos.
Después llevaron una piñata y la colgaron del lazo y el papá de Max se puso a tomarle fotos entonces comenzamos a romperla y uno de los primos de Max que también es gordo, cuando le tocó pasar le trató de dar tan duro que el palo se le zafó y rompió una maceta y por poco le paga a una niña. A mí nunca me ha gusto eso de pasar a romper la piñata y cuando me quería vendar los ojos les dije que no y no pasé mi tía dijo que ya se quería ir porque había mucho sol porque a ella siempre le molesta el sol y no había ningún lugar con sombra en dónde estar y cuando rompieron la piñata logré alcanzar algunos dulces, pero no muchos porque no me gusta eso de tirarme al sueño a agarrar dulces entonces se apareció el papá de Max con otra piñata y mi tía dijo que ojalá que después de esa piñata ya no hubiera otra.
Después colocaron los burros y las tablas y se apareció la mamá de Max con un pastel bien grande y todos nos sentamos y cantamos la canción de cumpleaños y como había un poco de aire costó mucho que las velitas se encendieran y cuando Max las apagó su papá le tomó otras fotos y al ratito pasaron los platos con un pedazo de pastel y un helado y un pan con jamón y un vaso de horchata y mi tía dijo que gracias a Dios porque ya tenía un poco de hambre. Yo me comí todo lo de mi plato pero mi tía dejó el pastel.
Cuando toda la gente se comenzó a ir, mi tía me dijo que ya era hora de que nosotros también nos fuéramos y la mamá de Max nos dijo que muchas gracias por haber venido y que mucho gusto de conocerla y que Max le había hablado mucho de mí y nos terminamos de despedir y nos fuimos a la calle y pasamos por una venta de pollo y compramos un poco para el almuerzo y después tomamos el bus y llegamos hasta la casa y yo no tenía mucha hambre pero me comí el pollo.
A mí no muy me gustan las piñatas. En la tarde comenzó a llover y mi tía se puso a planchar la ropa y yo a ver la televisión.
Estuve muy contento.

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