jueves, 10 de enero de 2019

B'atz-hilo


Hoy es un nuevo día de enero, B’atz, que significa hilo, un día para hablar sobre el tiempo. En este nuevo año en que no empezamos desde cero sino que llevamos una continuidad con el pasado. El hilo del tiempo y del desarrollo de nosotrxs y de la sociedad.

Las energías de un nuevo año pueden significar muchas cosas… ¿Qué queremos dejar atrás y qué queremos llevar con nosotros en este nuevo ciclo? ¿Qué idea fuerte y poderosa queremos nos acompañe en nuestro camino?

No sé qué hacer en el mundo, a dónde ir. He estado bastante introspectiva en estos meses producto de un rompimiento que me ha dolido como oso en ataque de esquimal en pleno frío. Así que el fuego que otras compañeras me han dado, ha sido invaluable. Y esta despedida no ha hecho más que forzarme a hurgar dentro de mí para construir mi iglú.

He pensado mucho en la tristeza. La voy viviendo en el cuerpo en una especie de infrarojo con sus diferentes densidades y adjetivos. La he pensado como amiga y como enemiga.

Debo afrontar mis miedos y mis inseguridades. Debo enfrentar esta yo que no es perfecta pero lo más importante, se tiene a sí misma. Nadie me puede abandonar si yo no puedo abandonarme, yo siempre seré yo, vengan y vayan gentes. Si yo no me abandono, todo está bien.

Pero es dificil. Duele. Unos días más que otros. Escribo mucho, leo. Abrazo a mi infante, busco respuestas.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Luis Cernuda-Donde Habite el Olvido


Luis Cernuda-Donde Habite el Olvido


Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.


miércoles, 19 de diciembre de 2018

Rainer Maria Rilke — Vivo la vida en círculos crecientes (de El Libro de las Horas, 1905)


Vivo mi vida en círculos crecientes,
que encima de las cosas se dibujan.
El último quizá no lo complete,
pero quiero intentarlo.
Giro en torno a Dios, de la torre antiquísima,
durante miles de años voy girando.
Todavía no sé: ¿soy halcón, soy tormenta,
o bien soy un gran cántico? (...)
Al inclinarme también hacia mí mismo me es oscuro mi Dios, tal una urdimbre
de cien raíces que calladas beben.
Solo sé que me elevo desde un calor que es suyo (...)
Si a veces te molesto, Dios cercano,
con duros golpes en la larga noche,
es porque rara vez tu respirar rescucho
y sé que sólo estás en la gran sala (...)
Con voz fuerte <>, en voz baja <>
dijiste; y repetías siempre <>. (...)
Lo que ninguno a querer se atrevió se me hará natural en un día futuro.
Si esto es desmesurado, perdóname, Señor.
Pero yo solamente te quiero transmitir;
como instinto ha de ser mi mejor fuerza,
tan sin ira y sin miedo;
así es como te quieren los chiquillos.
Si eres Tú el soñador, yo soy tu sueño (...).
Soy el silencio que hay entre dos notas (...)
Tú eres el inconsciente oscuro
de eternidad en eternidad (...)
Apágame los ojos, puede verte;
ciérrame los oídes, puedo oírte;
y aun sin pies puedo andar en busca tuya;
sin boca puedo conjurarte.
Ampútame los brazos y te agarro
como con una mano, con el corazón mío.
Detén mi corazón y latirá el cerebro;
y si arrojas el fuego en mi cerebro,
te llevaré sobre mi sangre (...).
Aunque todos se esfuercen por salir de sí mismos
como de la prisión que les odia y encierra,
existe un gran milagro en este mundo;
yo lo siento; se vive toda vida.
¿Quién entonces la vive? ¿Son las cosas
que, como melodía no tocada,
en la tarde se quedan como en arpas? (...)
¿Quién la vive? ¿Tú, Dios, vives la vida?
Te excavo en hondas noches, oh tesoro,
Porque toda abundancia que yo vi
es pobreza y mezquino sucedáneo
para esa tu hermosura, que aún nunca aconteció.
Pero el camino a Ti es terrible, larguísimo,
y, al no usarlo hace mucho tiempo nadie, se borra.
Qué sólo estás. Tú eres la soledad
que se va a lejanos valles.
Y mis manos, que están sangrando
de cavar, las elevo al viento abiertas,
para que como un árbol echen ramas.
Con ellas, yo te absorbo del espacio,
como si allí te hubieras estrellado
con gesto de impaciencia alguna vez,
y ahora cayeras, mundo atomizado,
desde lejanos astros, a la tierra de nuevo,
como lluvia que cae, suave, en primavera.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

El Destierro


Por: Cristina Hernández


Una bandera escojiste como destino;
desterrándome de tu tierra fértil, frondosa llena de helechos.
Hoy secos los huesos y adoloridos los caminos sin camino.
Vivo entre la pregunta de la ausencia, la suerte y el cementerio.

Llevo en la boca la sed de la angustia, sin golpes ni sangre.
Solo una tristeza que crece en las ampollas de tu ausencia.
Mis pasos son orquídeas llenas de huida,
y el público se oculta para no verme llorar.

Las agujas del reloj arden en mis manos, lastiman cada hora,
solo con el tiempo apreciaré mis ruinas sin amargura.
Pintaré un grafiti en la pared que nos separa.
Viviré sin martirios o ideas de espera. Oh esperanza,
llena este cuerpo vacío que odia los atardeceres,
los árboles navideños, 
la entrada negada.

Sí, escojiste tu camino, te llevaste los colores que me quedaban.
Dejaste en mí tu eterno invierno, y me congelo en un triste gris.
Yo que amé como me enseñaron,
Que di lo más dulce de mi casa,
Que adorné tu piel con poesía.
y mi fuego siempre te albergó.

Hoy soy destierro y pasado
Soy adiós y para siempre.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Propósitos de la semana


- No suicidarme
- Hacer propósitos
- Encontrar un mantra
- Hacerme amiga de un animal fantástico
- Sobrevivir

viernes, 23 de noviembre de 2018

Poema de Rosa Chavez

Por Rosa Chavez

Soy una anciana en un parque
el futuro se deshace en mis arrugas
alimento de mi mano las ilusiones que destruyen el techo del cielo
mi sonrisa leve y permanente toma el sol
los recuerdos son niños que me trenzan el cabello
mi mirada perdida se encuentra hacia adentro
soy una anciana en un parque
una vieja que revela su nombre al mundo extraño
camino con el vientre vacío
y las enormes ganas de voltear al mundo
cada día me vuelvo más pequeña
cada día mis huesos disminuyen
cada día mi memoria se apolilla
ya no reconozco el gesto de las manos
paso la tarde enhebrando la aguja del silencio
vuelvo a la ingenuidad del calzado pequeño
y afortunadamente he perdido la capacidad de morir por alguien
soy una anciana en un parque
una mujer con la vida jorobada
una siniestra mirada libre de culpa
tengo dos piernas de carne
y una de madera tallada con el rostro de mi amor
soy  todas las de mi especie
y clamo por cada una de mis vidas y mis muertes
finjo que no tengo miedo y en realidad no tengo miedo
Soy una anciana en un parque
los años solo confirman la edad de mi secreto
me entrego sin reparo al destino
ya no me atormenta el pasado
estoy dormida hace mucho tiempo.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Los días están contados

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Dejar que la lluvia borre la huella 
Alargar el último recuerdo.
El último beso, la última confidencia.
La última acción-amor