viernes, 11 de abril de 2014

A propósito del lenguaje



Consideración No. 1 

Cuando alguien adivina lo que yo iba a decir; una de dos, o entiende justo lo que yo iba a expresar pero con su lenguaje me ayuda a darle nombre a mis pensamientos o entendió otra cosa pero igual de interesante por lo que no tengo apuro en regresar a mi idea original o dejo que se mezclen (en cuyo caso sería una de tres) y salga algo bonito.

Esto pasa algo así: Cristina expulsa de su boca frases inconexas, palabras como peluche, género o cigarro que salen al ruido cósmico que a nadie molesta y en una fracción de tiempo que puede apreciarse gracias a nuestra cámara lenta imaginaria viene la o él sujeto atrapa las palabras, las clasifica en su cajita ordenada de sentido y les pone a cada una, una tarjeta con colores para diferenciar las categorías hasta formar un hermoso árbol.

jueves, 10 de abril de 2014

Embriagaos - Charles Baudelaire

Hay que estar ebrio siempre.
Todo reside en eso: ésta es la única cuestión.
Para no sentir el horrible peso del Tiempo
que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra,
hay que embriagarse sin descanso.
Pero, ¿de qué?
De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.
Pero embriáguense.
Y si a veces, sobre las gradas de un palacio,
sobre la verde hierba de una zanja,
en la soledad huraña de su cuarto,
la ebriedad ya atenuada o desaparecida,
ustedes se despiertan
pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj,
a todo lo que huye,
a todo lo que gime,
a todo lo que rueda,
a todo lo que canta,
a todo lo que habla,
pregúntenle qué hora es;
y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj,
contestarán:
“¡Es hora de embriagarse!
Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo,
¡embriáguense, embriáguense sin cesar!
De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.

Charles Baudelaire -El spleen de Paris