lunes, 24 de septiembre de 2018

Broken

No hay días fáciles en esta selva.
Respiro abismo y no cambia mi piel.
Quiero concentrarme, encontrar un poema
algo que me salve de esta desolación.


"el amor todo lo puede, todo lo espera, todo lo sufre y lo supera"




martes, 18 de septiembre de 2018

Historia de un Nawal


Me pareció que aquella experiencia debía nombrarse de diferentes maneras. Que tendrían que existir todas las voces, con sus vocales y consonantes, resonando con la libertad de los pájaros a las seis de la tarde. Que tendría que fugarse la cordura para no enmudecer toda esta ternura, no espantarse más por el triste caminar de los humanos que ya no buscan más entrelazar sus manos, ni sentir la bondad del muelle, ni bajar el sendero con la alegría del sol, las tiendas y el café artesanal con champurrada.

No observé ni dejé rastros para regresar. Vivía con la carne contenta, amada. Hacía un tejido con sus palabras bordando la historia de su familia como el huipil que lleva la historia de los nawales.  La historia de los jaguares. Quise escribir sobre el lugar, del respeto al saludar, de cómo invadimos su espacio y agradecemos con un gesto el permitirnos estar ahí.

El paisaje de nuestros cuerpos acostados, con olor a madera y sonidos de lago; cuenta así la historia:

Él dormido en la hamaca se despertó llegando a su encuentro; sigiloso, llevaba el mecer de los vientos, abrazó su espalda en un ir y venir.
En la penumbra de la madrugada los cuerpos hicieron un pacto. Encontraron un baile para quedarse.
Se poseían con la mirada, se reconocían en la piel. Él atrayéndola para sí, ella sonriendo satisfecha, como solo se puede sonreír cuando se encuentra en la más fina y profunda experiencia de amor y deseo.

Se inclinó hacia su cuello, lo besó y el fuego se hizo lengua. Se apretó a su cuerpo. No acababan las formas de nombrarse cuando ya  hacían fiesta las sensaciones, como colores festejando, sabores repartidos.

Él le regresa la ofrenda perdida, devuelta su ternura.
Ella ofrece el descanso, refugio de caos y vértigo.

Desarmados, despojados de todos los miedos y órdenes del tiempo.

Queda un eco que se lanza a lo desconocido

viernes, 14 de septiembre de 2018

Un vino con Cortázar

Es un viernes triste. Son las 9:05 p.m.
Estoy con Cortázar pero no estoy con él. Él lo dijo antes y de qué manera. Nos reímos juntos.
Tampoco hay vino.

Cuando lo escucho, recuerdo quién soy.
como él lo dice "para nosotros, los que pensamos nuestra vida"
y suspiro al reconocerme en el mundo. Un mundo tan limitado.

Y por un momento reconozco mis superficialidades. Esas que duelen en lo más profundo. Como un juego donde a mí me toco ser perro, pero yo quería ser gato. Ya está.

Les comparto esta hermosura:

Me caigo y me levanto - Julio Cortázar


Nadie puede dudar de que las cosas recaen,
un señor se enferma y de golpe un miércoles recae
un lápiz en la mesa recae seguido
las mujeres, cómo recaen
teóricamente a nada o a nadie se le ocurriría recaer
pero lo mismo está sujeto
sobre todo porque recae sin conciencia
recae como si nunca antes
un jazmín para dar un ejemplo perfumado
a esa blancura
¿de dónde le viene su penosa amistad con el amarillo?
el mero permanecer ya es recaída
es jazmín entonces
y no hablemos de las palabras
esas recayentes deplorables
y de los buñuelos fríos que son la recaída clavada
contra lo que pasa, se impone pacientemente la rehabilitación
en lo más recaído hay algo que siempre pugna por rehabilitarse
en el hongo pisoteado, en el reloj sin cuerda
en los poemas de Pérez, en Pérez
todo recayente tiene ya en sí un rehabilitante
pero el problema, para nosotros lo que pensamos nuestra vida
es confuso y casi infinito
un caracol segrega y una nube aspira
seguramente recaerán
pero una compensación ajena a ellos los rehabilita
los hace treparse poco a poco a lo mejor de si mismos
antes de la recaída inevitable
pero nosotros tía ¿cómo haremos?
¿cómo nos daremos cuenta de que hemos recaído
si por la mañana estamos tan bien
tan café con leche
y no podemos medir hasta donde hemos recaído en el sueño
o en la ducha
y si sospechamos lo recadente de nuestro estado
¿cómo nos rehabilitaremos?
hay quienes recaen al llegar a la cima de una montaña
al terminar su obra maestra
al afeitarse sin un solo tajito
no toda recaída va de arriba abajo
porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa
cuando ya no se sabe donde se está
probablemente Icaro creía tocar el cielo
cuando se hundió en el mar …. y
dios te libre de una zambullida tan mal preparada
tía ¿cómo nos rehabilitaremos?
hay quien ha sostenido que la rehabilitación
sólo es posible alterándose
pero olvidó que toda recaída es una desalteración
una vuelta al barro de la culpa
perfecto!
somos lo más que somos porque nos alteramos
salimos del barro en busca de la felicidad
y la conciencia y los pies limpios
un recayente es entonces un desalterante
de donde se sigue que
nadie se rehabilita sin alterarse
pretender la rehabilitación alterandose es una triste redundancia
nuestra condición es la recaída y la desalteración
y a mi me parece que un recayente debería rehabilitarse de otra manera
que por lo demás ignoro
No solamente ignoro eso
sino que jamás he sabido en qué momento
mi tía o yo recaemos
¿cómo rehabilitarnos entonces si a lo mejor no hemos recaído todavía?
y la rehabilitación nos encuentra ya rehabilitados
Tía, no será esa la respuesta ahora que lo pienso...
Hagamos una cosa:
Usted se rehabilita y yo la observo
varios días seguidos
digamos, una rehabilitación continua
usted está todo el tiempo rehabilitándose y yo la observo
o al revés si prefiere
pero a mí me gustaría que empezara usted
porque soy modesto y buen observador
de esa manera si yo recaigo en los intervalos de mi rehabilitación
mientras usted no le da tiempo a la recaída
y se rehabilita como en un cine continuado
al cabo poco nuestra diferencia será enorme
Usted estará tan por encima que dará gusto
entonces yo sabré que el sistema ha funcionado
y empezaré a rehabilitarme furiosamente
pondré el despertador a las tres de la mañana
suspenderé mi vida conyugal
y las demás recaídas que conozco
para que, sólo queden las que no conozco
y a lo mejor poco a poco un día estaremos otra vez juntos tía
y será tan hermoso decir...
ahora nos vamos al centro y nos compramos un helado
el mío todo de frutilla
y el de usted con chocolate y un bizcochito

jueves, 13 de septiembre de 2018

Padre Ausente


Llevo marcada la palabra:
sucia, revuelta, mal puesta.
La llevo todos los días. 

La mitad de la naranja sin apellido,
aquí no llegan tus buenas noticias
y tus risas se ahogan sin sentido

La religión mece tu nombre
porque no encontramos otro sitio
para enterrarte.

Vives, sí; pero no en este jardín.
Aquí regamos flores sin espera, 
y descansamos bajo árboles frondosos

Ella.
      Guerrera,
                  luz 
                       viento;

Ella es, y siempre que sea estarás tú
pero no en la sala con fotos de abandono
ni en la victoria o derrota de tu partida.


Cantaremos juntas una nueva canción
de la que nunca sabrás la melodía

Cristina H.